Por José Luis Durán, director académico de la Cátedra de Medioambiente, Agua y Energía ‘Grupo Hozono Global’ de la UCAM. Con una dilatada trayectoria en proyectos colaborativos señala que: “El éxito aparece cuando conseguimos que intereses aparentemente opuestos de ámbitos muy distantes encuentren un objetivo compartido por el que luchar juntos”.
Por José Luis Durán, director académico de la Cátedra de Medioambiente, Agua y Energía ‘Grupo Hozono Global’ de la UCAM.
La sostenibilidad exige conocimiento. No basta con buenas intenciones ni con declaraciones institucionales: necesitamos profesionales preparados, capaces de abordar los retos ambientales desde una perspectiva técnica, rigurosa y comprometida. Con esa convicción, pusimos en marcha la Cátedra de Medio Ambiente, Agua y Energía Grupo Hozono Global en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
Nuestro objetivo es claro: generar conocimiento útil, formar talento especializado y conectar la investigación académica con las necesidades reales del territorio. La Cátedra funciona como un espacio de encuentro entre universidad y empresa, donde el rigor científico y la experiencia práctica se complementan para avanzar hacia modelos de gestión más sostenibles.
Desde el inicio, hemos centrado nuestro trabajo en tres líneas fundamentales:
- La formación de estudiantes y profesionales en materias clave como la eficiencia hídrica, la gestión forestal, la restauración ambiental o la seguridad laboral.
- La divulgación técnica a través de jornadas, seminarios y publicaciones que permiten compartir experiencias y aprendizajes.
- La investigación aplicada, orientada a resolver problemas concretos en el ámbito de las infraestructuras sostenibles y la conservación del medioambiente.
- La puesta en marcha de proyectos internacionales de innovación junto con otras instituciones públicas y privadas.
Gracias a la colaboración de Orthem con la universidad, vinculamos directamente los contenidos académicos con proyectos reales que se desarrollan en distintos puntos del país. Esta conexión entre teoría y práctica es esencial para que la formación tenga impacto y para que los futuros profesionales comprendan la complejidad de los desafíos ambientales desde el terreno.
Hoy, más que nunca, necesitamos una formación que esté a la altura de los retos que enfrentamos. La gestión del agua, la conservación de los ecosistemas o la transición energética no son asuntos abstractos: afectan directamente a nuestro entorno, a nuestras ciudades y a nuestra calidad de vida. Desde la Cátedra, trabajamos para que el conocimiento técnico y el compromiso social vayan de la mano, y para que quienes se forman con nosotros puedan contribuir activamente a construir soluciones reales.
Nuestro compromiso es claro: formar para transformar. Porque solo con conocimiento podremos construir respuestas duraderas, eficaces y respetuosas con el entorno.