Natalia Rojas es Técnica en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón. Bióloga de formación, ha enfocado su carrera profesional a proyectos de seguimiento de biodiversidad, preservación de espacios naturales y promoción del emprendimiento local sostenible, trabajando para integrar las actividades humanas en un marco de protección medioambiental. Impulsa programas que vinculan la conservación con el desarrollo económico, demostrando que es posible cuidar el medio natural mientras se apoya a las comunidades locales.
Natalia Rojas nos habla de cómo la sensibilización ambiental transforma la relación entre las personas y la naturaleza.
En un mundo cada vez más urbanizado, donde la desconexión con la naturaleza es una realidad creciente, la educación ambiental se erige como una herramienta esencial para garantizar la preservación de los espacios naturales. En la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, donde trabajo, vivimos de cerca la importancia de transmitir conocimientos y valores que fomenten una convivencia respetuosa con el medio ambiente.
La Sierra del Rincón es un auténtico paraíso natural. Este enclave, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2005, alberga más de 1.000 especies de flora y fauna. Desde los impresionantes bosques de hayas del Hayedo de Montejo hasta especies emblemáticas como el buitre leonado, el valor ecológico de esta zona es incalculable. Sin embargo, conservar un entorno tan rico requiere algo más que esfuerzos de gestión: requiere un cambio en nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza.
Aquí entra en juego la educación ambiental. Cuando las personas comprenden el papel que juegan los ecosistemas en nuestra vida diaria, también desarrollan un sentido de responsabilidad. Por ejemplo, explicar cómo los bosques capturan carbono y ayudan a mitigar el cambio climático transforma una simple caminata por el monte en una experiencia educativa.
La participación ciudadana como motor de cambio
En la Sierra del Rincón, apostamos por proyectos que involucren a la comunidad local y a los visitantes. Talleres, rutas guiadas y actividades escolares son algunas de las iniciativas que hemos desarrollado para sensibilizar sobre la importancia de cuidar este entorno.
Además, creemos firmemente en el poder del emprendimiento local como motor de cambio. Por eso, apoyamos y formamos a emprendedores que desarrollan proyectos sostenibles, fomentando prácticas que respeten el medio ambiente y promuevan el uso responsable de los recursos. Al hacerlo, no solo contribuimos a la economía local, sino que también creamos conciencia sobre la importancia de un desarrollo que respete nuestro entorno.
La educación como herramienta preventiva
Muchas de las amenazas que enfrentan los espacios naturales son consecuencia de la falta de información o de conductas negligentes: residuos mal gestionados, incendios provocados por descuidos o especies invasoras introducidas de manera inconsciente. La educación ambiental permite abordar estas problemáticas desde la raíz, promoviendo buenas prácticas y minimizando los impactos negativos.
Un ejemplo claro es el trabajo que realizamos para prevenir incendios forestales. Enseñar a los visitantes cómo disfrutar del monte sin poner en riesgo su seguridad ni la del entorno ha reducido considerablemente los incidentes en áreas sensibles de la reserva.
Mirando hacia el futuro
En la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, seguiremos trabajando para combinar conservación y educación. Nuestro objetivo es que cada persona que visite este espacio natural se lleve no solo recuerdos inolvidables, sino también una visión renovada sobre cómo convivir con la naturaleza.
La educación ambiental no es solo un medio para preservar nuestro entorno, sino también una oportunidad para reconectar con lo esencial. Cuidemos de la naturaleza porque, al hacerlo, también nos cuidamos a nosotros mismos.