Sergio Benedicto y Laura Marina Pedreño forman parte del equipo de Marketing y Diseño de la Oficina de Comunicación del Grupo Hozono Global. Licenciados en Bellas Artes y en Diseño Gráfico, su labor ha transformado y fortalecido la presencia de las compañías que conforman el Grupo Hozono Global, marcando un "antes y un después" en su desarrollo y posicionamiento.
Como reto profesional, diseñar la mascota de un equipo de baloncesto de este calibre tenía implícito un elevadísimo componente emocional que nos acompañó durante todo el proceso.
Lo principal a la hora de enfrentarnos a un encargo de este tipo fue definir previamente las fases del desarrollo con el fin de idear los conceptos principales, los cuales se dividen en la búsqueda exhaustiva de información, el análisis minucioso de la competencia y la puesta en común de todo lo recabado. Todo este proceso tenía un objetivo claro: llegar a conclusiones e ideas que nos permitieran desarrollar la fase final del diseño.
Para entender plenamente el alma del Hozono Global Jairis, fue crucial desentrañar la historia y los modestos inicios del club en 1954, cuando un equipo de amigos decidió reunirse para jugar al baloncesto. Comienza así esta historia apasionante que da inicio a lo que sería el primer club de baloncesto de la Región de Murcia.
Curiosamente, la primera equipación era muy colorida, lo que dio nombre al club, que comenzó llamándose Iris. No fue hasta años más tarde cuando su fusión con el equipo Jairo dio como resultado la denominación Jairis.
El concepto de Iris ha sido el eje sobre el que han pivotado todas las fases del proyecto. En la mitología griega, la diosa Iris, mensajera de los dioses y representada con alas en la espalda, compartía similitudes con la diosa egipcia Isis, madre de todos los dioses egipcios y portadora de alas que simbolizaban su poder y fuerza. Esta conexión entre Iris y las jugadoras del equipo fue un hallazgo revelador. No cabe duda de que las jugadoras del Hozono Global Jairis tienen mucho de ellas y supimos en ese momento que desde luego habíamos encontrado algo.
Generalmente tras investigar a fondo las mascotas de otros equipos deportivos observamos un patrón claro, prácticamente todos son animales. Sin embargo, nuestro equipo necesitaba algo excepcional, una mascota que personificara todos los valores del club, tanto física como espiritualmente. Tenía que ser una mascota que simbolizara la fuerza, el espíritu de equipo, la agilidad de nuestras jugadoras.
Y sin imaginar lo que íbamos a encontrar, apareció.
Conocimos el Tucán Pico de Iris, con su pelaje negro y amarillo, los colores de nuestro equipo, y con sus patas azules, el color del principal patrocinador del club, el Grupo Hozono Global. Era mucha casualidad.
Pero más allá de estas coincidencias estéticas, descubrimos entonces un ave capaz de esquivar y atravesar con extraordinaria habilidad las copas de los árboles, que vuela ágil a través de la selva y huye de los depredadores planeando por su hábitat.
Parecía que la naturaleza nos había regalado una metáfora perfecta de la labor de nuestras jugadoras en la pista. Pero más allá de estas similitudes, este tucán destaca por ser un animal social que comparte su vida en grupos numerosos y que, de manera sorprendente, disfruta de juegos en los que se lanzan pequeñas frutas y semillas. La sensación que experimentamos en ese momento, cuando todo encajó de manera perfecta, se asemejará mucho a la euforia que sienten los científicos al resolver un enigma, un auténtico ‘eureka’ en toda regla.
Y así nace Iris, con el dorsal 54, no podría ser de otro modo, como un guiño a los inicios del club y a su historia, de la que Hozono Global se siente tremendamente orgulloso de formar parte.
La fase final del proyecto fue quizás la más desafiante, la del diseño. Teníamos como reto convertir a Iris en una mascota amable, cercana, simpática, capaz de levantar y animar a toda la afición y por supuesto, de inspirar, a todo el equipo. Una mascota que representara los valores del club y de la que tanto la afición como el equipo se sintieran orgullosos.
Realizamos muchísimos los bocetos antes de capturar la esencia de Iris y transmitirla a quienes se encargarían de su fabricación para poder contar hoy con Iris, una pieza indisociable ya del equipo.
La creación de Iris demuestra que el diseño de una mascota va más allá de lo estético; es un reflejo de la historia y de los valores de un equipo, un símbolo que inspira y une a la afición en una causa común.
Esperamos que Iris sea capaz de hacernos volar tanto como lo hacen cada una de las jugadoras en la pista y que esta temporada sigamos viviendo lo que otros solo sueñan para poder llegar mucho más alto, hasta las copas de los árboles.