Eloy Edu Nkene es profesional de Actúa en el servicio de mantenimiento de zonas verdes de Torrejón de Ardoz. Responsable e impulsor del campus benéfico E-16 de fútbol, fue internacional con la selección de Guinea Ecuatorial y ahora dedica sus veranos a ayudar a los niños de su país natal.
Más de cien niños y niñas participarán este verano en la tercera edición del campus benéfico de fútbol que organizo en mi país natal con el patrocinio del Grupo Hozono Global. Con él, quiero ayudar a que adquieran unos valores que serán muy importantes a lo largo de su vida.
Llevan todo el año esperando este momento. Los 108 niños y niñas que este verano volverán al Campus E-16 saben que el fútbol es mucho más que un juego.
Hace ya tres años que decidí organizar este campamento benéfico en mi país natal, Guinea Ecuatorial. Mi objetivo con esta iniciativa no es que sean Maradona o Pelé en el campo, sino algo mucho más valioso. Mi objetivo es que adquieran unos valores que se convertirán en herramientas muy potentes que los acompañarán a lo largo de sus vidas y los ayudarán a enfrentar los desafíos que encuentren en su camino.
Sin lugar a dudas, ver la sonrisa en el rostro de todos estos niños cuando pisan el campo de fútbol y se sumergen en una experiencia única es algo indescriptible. Pero saber que estamos brindando oportunidades, inspirando sueños y construyendo un futuro mejor para estos ellos es lo más gratificante que he experimentado en mi vida.
Porque el impacto que este deporte tiene en la vida de estos niños y niñas es simplemente increíble. Más allá de los aspectos técnicos y tácticos del juego, el deporte es una escuela de vida donde se transmiten valores fundamentales que trascienden las barreras del campo de juego. Fomentar estos valores en los niños sentará las bases para su desarrollo integral como adultos.
Por eso creo que este campus es una oportunidad para que estos niños crezcan a nivel humano y crean en sí mismos. En el campo de fútbol, aprenden sobre trabajo en equipo, respeto mutuo, disciplina y superación personal. Valores que aprendí en gran medida gracias al fútbol y que aplico día a día en mi trabajo.
La vida me llevó por un camino inesperado, pero el fútbol, mi trabajo y mi esfuerzo me dieron una nueva dirección, algo por lo que me siento una persona tremendamente afortunada, porque puedo hacer la vida que siempre he soñado.
Ahora, a través de este campamento de fútbol, quiero ayudar a mi país con una herramienta tan potente como el deporte y apoyar a los niños y niñas que merecen una oportunidad de perseguir sus sueños.
El apoyo del Grupo Hozono Global ha sido fundamental para hacer realidad este campamento. Su compromiso con la responsabilidad social y su visión de crear oportunidades para los jóvenes están en total consonancia con los valores que han impulsado este proyecto.
El fútbol tiene el poder de forjar a buenas personas y de construir puentes hacia un futuro mejor. Por eso, con el apoyo de empresas como Actúa, habrá muchas más ediciones del Campus E-16.