El lugar perfecto no se encuentra, se siente… y transforma tu camino
Por: Aina Ayuso  |   21/08/2025   |   blog
Aina Ayuso

Aina Ayuso

Aina Ayuso Bagur, de 26 años y natural de Sant Just Desvern (Barcelona), es la capitana del Hozono Global Jairis. Tiene la carrera de fisioterapia y se formó en la prestigiosa Universidad de Oregon.

Aina Ayuso, capitana del Hozono Global Jairis, nos habla de disciplina, trabajo en equipo y mentalidad ganadora para llegar a lo más alto.

Siempre he creído que en la vida, y también en el baloncesto, lo más importante no es solo cuánto trabajes, sino estar en el lugar adecuado para que ese esfuerzo florezca. Hoy puedo decir con total sinceridad que he encontrado ese sitio en el Hozono Global Jairis.

Desde el primer día sentí que este club y esta ciudad me ofrecían lo que necesitaba: confianza, estabilidad y un proyecto ambicioso donde crecer como jugadora y como persona. Mi instinto me decía que debía estar aquí… y no se equivocó.

A mis 26 años, me siento en el mejor momento de mi carrera. He trabajado mucho en mi cuerpo, en mi mente y en mi forma de entender el juego. Ahora esa madurez se refleja en la pista: me siento más libre, más segura y más conectada que nunca.

Este año he podido liderar al equipo desde la capitanía, compartir vestuario con jugadoras increíbles y vivir momentos que jamás olvidaré. Mis números son buenos, sí, pero lo que más valoro es la sensación de estar disfrutando cada segundo.

El lugar perfecto no se encuentra, se siente… y transforma tu camino

El valor de un equipo

Si algo he aprendido en todos estos años es que el talento individual no sirve de nada si no está al servicio de un grupo. El verdadero valor de un equipo no está en quién anota más o quién recibe los focos, sino en esa unión invisible que se crea cuando todas remamos en la misma dirección.

La Copa de la Reina fue el mejor ejemplo. Cada jugadora asumió su papel con generosidad: desde quien defendió hasta la última bola, hasta quien levantó al vestuario en los momentos difíciles. Ese esfuerzo colectivo nos permitió lograr algo histórico. Yo recibí el título de MVP, pero siempre lo he sentido como un premio compartido. Porque detrás de cada punto y cada rebote hay un pase, una ayuda en defensa, una palabra de ánimo o una mirada cómplice de una compañera.

El cuerpo técnico también fue clave. Su confianza en nosotras, la claridad con la que plantearon cada partido y la capacidad para mantenernos unidas en los momentos más tensos fueron fundamentales. Nada de lo que conseguimos hubiese sido posible sin ese liderazgo en la sombra que nos permitió crecer como equipo.

Y luego está la afición, que forma parte de esta familia. Cuando escuchas a miles de personas animar desde la grada, cuando ves que la ciudad se vuelca contigo, entiendes que juegas por algo más grande que ti misma. Ese apoyo nos dio alas para superar límites que parecían imposibles.

Por eso, para mí, el verdadero triunfo de la Copa no es solo haber levantado un trofeo, sino haber demostrado que cuando existe unión, compromiso y confianza mutua, un grupo puede alcanzar cualquier meta. Ese es el auténtico valor de un equipo: convertir sueños individuales en logros colectivos.

“Cuando existe unión, compromiso y confianza mutua, un grupo puede alcanzar cualquier meta”

Más allá del baloncesto

Lo que vivimos en la pista tiene un reflejo fuera de ella. El cariño de la afición, ver el Fausto Vicent lleno, escuchar a niños y niñas que nos siguen con ilusión… todo eso me emociona profundamente. Sentir que representamos a una ciudad y que inspiramos a nuevas generaciones es, sin duda, uno de los mayores regalos de esta etapa.

Porque más allá de competir, ganar partidos o levantar trofeos, sé que tenemos una responsabilidad: la de ser referentes. Cuando una niña me pide una foto, o me cuenta que ha empezado a jugar al baloncesto porque nos ve en la pista, entiendo de verdad el impacto que puede tener nuestro trabajo. En esos momentos descubres que el baloncesto es mucho más que un deporte; es una herramienta para abrir caminos, para demostrar que con esfuerzo y pasión se pueden alcanzar sueños.

Que las gradas se llenen de familias, que los colegios hablen de nosotras, que la gente de Alcantarilla y de toda la Región de Murcia sienta orgullo por este equipo… eso trasciende lo deportivo. Es la prueba de que el baloncesto femenino tiene un lugar cada vez más visible y valioso en nuestra sociedad.

“El baloncesto es mucho más que un deporte; es una herramienta para abrir caminos, para demostrar que con esfuerzo y pasión se pueden alcanzar sueños”

Estar en el lugar indicado

Renovar mi contrato con el Hozono Global Jairis fue una decisión fácil. Porque cuando estás en el lugar correcto, todo fluye. Aquí he encontrado un entorno que me impulsa, me reta y me hace feliz.

Pero este crecimiento no habría sido posible sin el respaldo de quienes creen en nosotras. El apoyo del Grupo Hozono Global, con Manolo, Marian e Isabel a la cabeza, ha sido determinante para que el club dé pasos tan grandes en tan poco tiempo. Su compromiso con el deporte femenino nos ha permitido competir al máximo nivel, consolidarnos en la élite y, sobre todo, soñar con alcanzar metas que hace unos años parecían lejanas.

Para las jugadoras es fundamental sentir que detrás del escudo hay un proyecto sólido, con una empresa que apuesta por nuestro presente y nuestro futuro. Hozono Global no solo nos da estabilidad, también transmite un mensaje muy potente: que el deporte femenino merece inversión, visibilidad y confianza.

Hoy puedo decir que estoy donde quiero estar. Que este es mi lugar. Y que lo mejor de todo es que aún queda mucho por construir juntos.

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