Orthem ha devuelto los vitrales dedicados a la Virgen de la Fuensanta, San Pedro y San Pablo a su lugar original tras su restauración.
Las tres vidrieras del imafronte de la Catedral de Murcia, dedicadas a la Virgen de la Fuensanta, San Pedro y San Pablo, han sido completamente restauradas y ya están de nuevo en su lugar en la fachada catedralicia, devolviendo la luz y el color al interior del templo.
La vidriera central, que representa a la Virgen de la Fuensanta y mide 5,20 metros de altura por 2,50 de ancho, fue la primera en regresar a su ubicación. Ahora, las de San Pedro y San Pablo, tras haber estado expuestas temporalmente en el Palacio Episcopal, han sido también colocadas en el imafronte, completando el proceso de restauración.
Orthem confió la restauración de los tres vitrales principales del imafronte al taller de vidrieras más importante de España. Los trabajos, realizados en el taller Vetraria Muñoz de Pablos en Segovia, han incluido la limpieza de los vidrios, la reparación de los tinglados de plomo y la incorporación de marcos perimetrales de latón para garantizar la estabilidad.
Además, se ha añadido una protección isotérmica para prevenir la entrada de humedad y mejorar la luminosidad de las vidrieras. Esta intervención también ayuda a protegerlas de los depósitos de palomas y otros factores ambientales.
Las técnicas empleadas aseguran el respeto por los materiales históricos y refuerzan la estructura de las vidrieras, mejorando su resistencia a la humedad y el deterioro.
Estas vidrieras, obra de José Maumejean a finales del siglo XIX, están elaboradas con la técnica de vidriera emplomada y combinan vidrio soplado de colores, grisallas y vidrios grabados al ácido. Con la restauración, se ha conseguido devolver su esplendor original, preservando su valor artístico y mejorando la luz que las ilumina desde el interior.
La reubicación de las vidrieras marca un hito importante en la restauración del imafronte de la Catedral por parte de Orthem, que avanza a buen ritmo.
En la recta final
Actualmente, más de la mitad del andamio de obra ha sido desmontado, y el destinado a las visitas ya se ha retirado por completo. Los trabajos de limpieza se concentran ahora en la parte inferior de la fachada, utilizando técnicas como ultrasonidos y vapor de agua. También se están finalizando las protecciones de las cornisas, que serán reforzadas con cinc.
Está previsto que las obras concluyan a principios de noviembre, consolidando la recuperación de este importante patrimonio.