Eric Valero nos habla sobre la recuperación ecológica tras el incendio ocurrido en Montitxelvo en el año 2023.

La restauración ecológica es una herramienta clave para mitigar los efectos negativos del cambio climático y la degradación ambiental. En este sentido, proyectos como el de Montitxelvo, tras el devastador incendio forestal de 2023, no solo buscan restaurar los ecosistemas locales, sino también fomentar la biodiversidad y recuperar el equilibrio natural de la zona.

En noviembre de 2023, un incendio forestal arrasó más de 2.244 hectáreas en la comarca de la Vall d’Albaida, dejando un paisaje desolador y poniendo en peligro la flora y fauna local. Para mitigar los efectos de esta catástrofe, Orthem ha desarrollado un ambicioso plan de recuperación que ya ha alcanzado el 100% de su ejecución en trabajos selvícolas.

La restauración del área afectada por el incendio forestal avanza con determinación gracias a la ejecución de diversas actuaciones destinadas a mitigar la erosión del suelo y favorecer la regeneración natural del ecosistema. Como jefe de obra del proyecto de restauración, quiero destacar las principales intervenciones llevadas a cabo para devolver la estabilidad y biodiversidad a nuestros montes.

El camino hacia la recuperación

El incendio, que arrasó más de 2200 hectáreas de superficie forestal , dejó el suelo desprotegido y vulnerable a la erosión, especialmente en zonas de alta pendiente. Para contrarrestar este efecto, hemos implementado la construcción de barreras naturales de vegetación, comúnmente llamadas fajinas, con los restos parcialmente quemados de los árboles afectados por el fuego. Estas barreras de vegetación, dispuestas estratégicamente en las laderas afectadas, cumplen una función clave en la retención de suelo, evitando la pérdida de nutrientes y facilitando el arraigo de nuevas plantas.

Además de la instalación de fajinas, otra línea de actuación prioritaria ha sido la mejora de los cauces fluviales. Los arroyos y barrancos dentro de la zona afectada quedaron severamente impactados por el arrastre de cenizas y la alteración del régimen hidrológico. Para minimizar estos daños, hemos llevado a cabo labores de estabilización de cauces, con la colocación de fajinas que reducen la velocidad del agua y favorecen la sedimentación de partículas, ayudando así a recuperar la calidad del suelo y la flora ribereña. De forma adicional, está prevista la instalación albarradas en los cauces para mejorar el régimen fluvial de los cauces afectados.

Estos trabajos no solo buscan restaurar el entorno natural, sino también proteger a la población ante posibles roturas de árboles quemados, desprendimientos de laderas o avenidas torrenciales que podrían derivarse de la pérdida de cobertura vegetal. La colaboración de expertos en restauración forestal, junto con el apoyo de las administraciones, ha sido fundamental para que estas medidas se lleven a cabo con eficacia y respetando los tiempos de regeneración del ecosistema.

Sabemos que la recuperación completa de un bosque tras un incendio es un proceso lento, pero con estas primeras acciones hemos sentado las bases para que la naturaleza inicie su proceso de regeneración de manera segura y sostenible.

Seguiremos monitoreando la evolución de la vegetación y aplicando medidas adicionales si fuera necesario, con el firme compromiso de devolver la vida a nuestros montes y cauces fluviales.

Cultivando un futuro sostenible

La recuperación del medioambiente es una tarea que nos involucra a todos. Las empresas tienen la responsabilidad de impulsar iniciativas que no solo restauren los ecosistemas dañados, sino que también fomenten un uso más consciente y sostenible de los recursos naturales. La recuperación de Montitxelvo es un ejemplo de cómo, con compromiso y acción, podemos revertir el daño y generar un impacto positivo en nuestro entorno. Apostar por soluciones sostenibles y responsables no es una opción, sino una necesidad para garantizar un futuro más equilibrado para las próximas generaciones.